El ABS «Anti-lock Braking System «, en español » Sistema Antibloqueo de Frenos » está diseñado para ofrecer una respuesta mayor de seguridad al frenado, evitando así que los neumáticos pierdan adherencia sobre la calzada.
Originalmente este sistema fue diseñado para los aviones, pero en 1978 la compañía Bosch introdujo el primer sistema electrónico integrado para automóviles. Hoy en día más de un 80% de los automóviles cuentan con el sistema de ABS. Si nos centramos en la Unión Europea, desde el 1 de julio de 2004 es obligatorio que todos los vehículos lleven integrado el ABS.
¿Cómo funciona?
Este sistema se basa en una bomba que va incorporada en los circuitos de líquidos de frenos y unos detectores que recopilan información continua del ángulo de las ruedas, velocidad y presión de frenado.
En caso de frenar bruscamente, los detectores del ABS entrarán en acción evitando que las ruedas lleguen a bloquearse. Por tanto, el sistema ABS evita que las ruedas se lleguen a bloquear y puedan llegar a deslizar sufriendo así un accidente.
¿Requiere mantenimiento?
El ABS trabaja de forma conjunta con el sistema de frenado, por ello, es importante que nuestros frenos estén en perfectas condiciones. Es imprescindible que cambiemos el líquido de frenos en el tiempo que indique el fabricante y modelo de nuestro coche.
Además, debemos comprobar que los elementos que componen el ABS estén en un buen estado. También tenemos que fijarnos en nuestro panel de instrumentación del coche, ya que aparecerá un signo del sistema ABS si algo falla.
¿Cómo saber si el ABS está fallando?
Cuando el sistema antibloqueo de las ruedas no funciona correctamente, aparecerá un icono del ABS en el testigo del coche que nos alertará de que no funciona como debería. Además, dependiendo del modelo de nuestro coche y su fabricante, nos mostrará un tipo de aviso diferente. Por ejemplo, en algunos vehículos se muestran mensajes de texto alertando al conductor de que el ABS no funciona.
Hay que tener en cuenta que si el sistema ABS no funciona, no significa que nuestros frenos también estén defectuoso. Si el testigo indica que el problema reside en el ABS el problema solo estará ahí, nuestros frenos seguirán funcionando perfectamente por separado.
Tipos de fallos en el ABS.
Cuando el sistema de ABS falla puede deberse a varios factores, uno de los fallos más comunes suele ser por avería de uno de los sensores con los que funciona el ABS. Por otro lado, el problema puede residir en la centralita del coche causándonos un problema mayor economicamente. Para asegurarnos de si el problema reside o no en la centralita del coche, lo mejor es conectar nuestro vehículo a una maquina de diagnosis para llegar rápidamente al problema.
Además de lo mencionado anteriormente, un ABS defectuoso también puede deberse a otros factores como fusibles o incluso cableados del interior. Aconsejamos llevar nuestro vehículo a nuestro taller de confianza donde los profesionales puedan dar con el fallo rápidamente.
Diferencias entre fallos del ABS y frenos.
Como hemos mencionado anteriormente es importante que sepamos diferenciar los fallos del ABS de los fallos de los frenos, ya que éstos últimos sí son mucho más importantes a la hora de nuestra seguridad y la de los demás en la carretera.
Debemos prestar especial atención a los síntomas que pueden aparecer referente a un mal funcionamiento de los frenos, éstos síntomas pueden ser sutiles o evidentes, si notamos que el pedal del freno está demasiado duro probablemente se deba a un mal funcionamiento en el servofreno, por otro lado si pisamos y el pedal se viene abajo con mucha facilidad ésto se debe a una perdida de líquido de freno importante.
Verificar los frenos y el sistema de ABS es primordial para su seguridad y la de los demás. No dudes en llevar tu vehículo a tu taller de confianza para que ellos puedan determinar si existe o no algún problema. En MB Camión Jerez podemos ayudarte a encontrar dónde reside el fallo con rapidez y exactitud para que puedas seguir disfrutando de la carretera con total seguridad.